Zidane se movía con la armonía de un solo ser con el balón. Cada gesto suyo era pura maestría y clase suprema, él orquestaba el juego con pasión desbordante. Sus pases eran milimétricos, como pinceladas https://sachinvtrz790841.digiblogbox.com/62915299/el-cabezazo-de-zidane-análisis-emocional